Moda

Lo acepto, soy maleducado. Por algo estoy protestando. Quiero educarme, por eso tiro piedras y respiro gases lacrimógenos. El tema es que el gobierno no me gusta. Vayamos en contra del presidente, no me importa si es por los árboles, la educación privada, el lucro, la estatización, el cobre, el carbón, los viejitos, lo que sea: protestemos.

Estoy aburrido, iré a marchar. ¿De qué se trata? No me importa, busco la anarquía, hay que cambiar el sistema. ¿Qué propongo? No sé, ¡quiero soluciones! Por favor, Estado, solucióneme la vida. Así que, a alegar, alegar, alegar, alegar y alegar. Una pancarta, me pinto el cuerpo, salgo en bicicleta desnudo. ¡Que vuelva Bielsa! Es la única manera que este país funcione. Sí, eso, el loco presidente.

Soy un poquito superficial. Estoy a la moda, ¿qué se hace hoy en día? Se marcha. Las consignas no las invento yo, sólo hay que buscar con qué rimar los apellidos de los ministros para buscar un cambio de gabinete. HidroAysén ya pasó de moda así que ahora que lo construyan nomás, como el tema en boga es la educación, vamos con todo a repetir lo que dice el Giorgio y la Cami, no me importa el fondo, me importa la forma.

Esperen, hay que hacer un break. ¿Cómo nos vamos a perder la Copa América? Ni cagando voy a marchar el día del partido de Chile, quiero ver al niño maravilla. ¡Vamos Alexis, te vas al Barcelona! Cuando quedamos eliminados volvemos a la calle, total, ahí se van a acabar las vacaciones y no quiero tener clases.

Unos años después seré un hombre con familia. No me importa qué cambió, quería estar a la moda protestando.

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